Las baterías se usan para asegurar que el equipo eléctrico crítico siempre esté encendido. Hay tantos lugares donde se usan baterías que es casi imposible enumerarlos todos.
Algunas aplicaciones para baterías incluyen:
Estaciones y subestaciones generadoras de electricidad para la protección y el control de conmutadores y relés
Sistemas de telefonía para el soporte de servicios telefónicos, especialmente servicios de emergencia
Aplicaciones industriales para protección y control
Copias de seguridad en computadoras, especialmente datos e información financiera
Sistemas de información empresarial “menos críticos”
Sin baterías de reserva los hospitales tendrían que cerrar sus puertas hasta que se restablezca la energía. Pero aun así, hay pacientes conectados a sistemas de mantenimiento de vida que requieren una potencia eléctrica absoluta del 100%. Para estos pacientes, como se dijo en su momento, “un fallo no es una opción”.
Simplemente vea a su alrededor cuánta electricidad usamos y entonces vea la importancia que las baterías han llegado a alcanzar en nuestra vida diaria. Muchos de los apagones alrededor del mundo en el 2003 demuestran cómo los sistemas eléctricos críticos sustentan nuestras necesidades básicas. Las baterías se utilizan ampliamente y sin ellas muchos de los servicios que damos por hecho fallarían y causarían innumerables problemas.
¿Por qué fallan las baterías?
Para entender por qué fallan las baterías desafortunadamente necesitamos saber un poco más de química. Hoy en día se usan dos químicos de baterías principales: plomo-ácido y níquel-cadmio.
Hay otros químicos que están llegando, como el litio, que se encuentra en sistemas de batería portátiles, pero todavía no en sistemas fijos.
Volta inventó la batería primaria (no recargable) en 1800. Planté inventó la batería de plomo-ácido en 1859 y en 1881. Faure utilizó por primera vez las placas de plomo-ácido. A lo
largo de las décadas se fueron refinando y se han convertido en una fuente de potencia de reserva muy importante.
Los refinamientos incluyen aleaciones mejoradas, diseños de rejillas, materiales de vasos y tapas y sellos entre vasos y tapas y entre terminales mejorados.
El desarrollo más revolucionario fue la regulación por válvula. Muchas otras mejoras en químicos de níquel-cadmio se han desarrollado a lo largo de los años.